domingo, 13 de enero de 2008

Parábola del caminante

Era una tarde de verano. Por mucho que camines jamás llegarás lo suficientemente cerca del horizonte como para tocar la puesta de sol, me dijo señalando un sol en proceso de descomposición. Acto seguido se sentó en el suelo y alzó la vista hacia mí. Y entonces supe que ella era el horizonte y yo un loco persiguiendo al sol.

No hay comentarios: