lunes, 4 de febrero de 2008

Comienzo del éxodo

Hay días en los que, al abrir las sábanas de la cama, no puedo evitar la sorpresa de sentirme como Moisés separando las aguas del Mar Rojo cuando descubro, por feliz casualidad, que todavía huelen a ti.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi tb me paso eso, un par de dias...

;) f

Anónimo dijo...

Una de las mejores sensaciones al acostarse solo, sin duda

hekubita dijo...

Que bonito ^^