en nadie, en nada.
Ojalá ser un grito en un sueño,
una caricia a un animal muerto,
un relámpago en la imaginación,
un pedo en una habitación acolchada,
una cuenta sin seguidores,
una gota de agua en el oceano,
una calavera más en el osario,
un aborto desapercibido,
un poema que nunca será leído.
Ojalá caminar de puntillas
en la cara oscura de la luna,
cerrar los ojos
sin quitarse el antifaz,
jugar al ajedrez
contra sí mismo,
apostarlo todo a la nada,
no decir nada en el lecho de muerte,
irse del bar
y que nadie te eche en falta.
Ojalá no dejar nunca huella,
que nadie jamás piense en mí
y que algún día en el futuro
frunzas el ceño
dudando si acaso
fui
real
Ojalá no dejar nunca huella,
que nadie jamás piense en mí
y que algún día en el futuro
frunzas el ceño
dudando si acaso
fui
real
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