lunes, 29 de junio de 2009

La espera (5)

Hacía pocos días que había retomado la maltrecha historia de La espera, intentando darle algo de intriga y emoción, cuando recibí la llamada de Jorge Rey, un amigo mío. Para ponerles en antecedentes: hacía semanas que no me había vuelto a encontrar cucarachas (o lo que coño sean esos putos bichos) en mi baño y había aprobado todos los exámenes de los que sabía la nota. En resumen, yo estaba de vacaciones y todo parecía ir viento en popa. Hasta que recibí esa llamada.
–Hola –contesté.
–Deja en paz a Tel.
–¿Cómo?
–Tel, la de La espera. Déjala vivir.
Así, sin mediar palabra, se me puso imperativo. Yo, por supuesto, no entendía nada.
–¿A cuento de qué viene esto?
–Conozco a Tel y no merece morir.
Definitivamente se había vuelto loco.
–¿Has vuelto a beber?
–Hablo en serio.
–¿Cómo vas a conocerla? Es un personaje de ficción, ¡yo la creé!
–La conozco. Ella vino a pedirme ayuda.
–Jorge, hazme un favor: deja la droga que estés tomando y déjame en paz tú a mí.
–Si la matas esto tendrá consecuencias. Estoy dispuesto a intervenir.
–¿Intervenir? Tel no existe Jorge, además te recuerdo que ya está muerta. Ya está escrito. Lo dice Gabriel desde el manicomio.
–Pero eso es sólo lo que él dice. Y además está loco, por lo que puede ser mentira.
–En cualquier caso tiene que morir. No tengo mejores planes para ella.
–¿Por qué va a tener que morir? Tú puedes cambiarlo todo.
Qué tío más pesado.
–Déjalo ya, Jorge.
–Estoy hablando en serio. Después de hablar con Otelo, antes de ir a ver a Gabriel, Tel vino a pedirme ayuda. Me dijo que leyera tu blog, que lo entendería todo. Y me suplicó ayuda. Me suplicó que te convenciera de que no la mates. Hasta me regaló sus cigarrillos.
–Deja de decir chorradas. Es un personaje de ficción: Tel no existe.
–Imagínate que Dios dijera lo mismo sobre sus creaciones.
–No me importa: Dios tampoco existe.
–¿Y tú existes?
–Tanto como tú.
–Tanto como Tel.
–En serio, ya aburres. Deja de bromear y dime para qué me has llamado.
–Por enésima vez, no bromeo. Te llamaba para advertirte: no mates a Tel –y colgó.
En ese momento advertí una cucaracha saliendo del baño.
Mierda. Todo me iba tan bien.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sigo observándote.

Yago Galleta dijo...

¿Entonces la sexta entrega será "Y murió", y bastará y sobrará?

Menuda Puckada... ¿y los tags?