jueves, 10 de diciembre de 2009

Apetito

Tengo hambre. Aunque ya va siendo hora de dejar de mirarme el ombligo y empezar a mirar el tuyo. Pero, ¿qué sentido tiene cambiar un ombligo por otro? Porque es ombligocentrismo igual, al fin y al cabo, sustituir un poco el eje, y es seguir olvidando al antropocentrismo, al geocentrismo, al heliocentrismo, al nihilcentrismo. Es tu ombligo y sus circunstancias. Tu ombligo y sus pelusillas. Y es girar la cabeza hacia él y maravillarse. Decirte: cuánto ha avanzado la ciencia, mientras con delicadeza te quito una pelusilla roja de tu vientre, hago una bola, un punto rojo con ella, y la saco fuera de tu órbita. Pelusilla roja como tu vestido.
Es mejor que deje de pensar en el hambre que tengo y te deje hablar. Tú no me hablas de comida. Prefieres describirme, dibujarme con palabras. Y yo aquí, en la cama, mirándote, muriendo de hambre, te dejo que sigas. Es mejor así. Porque ahora tu ombligo es el centro del universo, de este universo que yo he desplazado hacia ti, eres el eje, la raíz, el big bang y el fin del mundo, y es cierto que yo exagero al pensarlo, al pensarte, porque no hay otra forma de hacerlo. Tenemos que exagerar. Qué ojos más bonitos tienes. Qué boca. Qué orejas. Qué culo. Qué etcétera. Y a pesar de que a veces se me olvidan las exclamaciones, tú estás atenta y me corriges. ¡Qué ojos! Y es entonces cuando entiendo que tengo que dejar esta farsa, este cuento, todas las exageraciones. Es cuando entiendo que esto está sucediendo de verdad. Que ahora el hambre no importa, y decido que me tengo que quitar el disfraz, que me tengo que desnudar para ti, sólo para ti, tengo que explicarte que me he comido a tu abuela y esperar que llores, que huyas de mí. Porque no soy más que un triste lobo hambriento.
Pero, sorprendentemente, tú no huyes. Te limitas a sonrojarte y no dices nada.
Eres una mentirosa.
Como si lo único que supieras hacer es ponerte roja, Caperucita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi abuela me caía bien...pero tú me caes mejor.

(Caperucita no se pone roja, se pone rojísima...)

Yago Galleta dijo...

Colosaaaaal !!!!

Muy poco nihilicentrista, ¡¡pero sensacional!!