El amor es propaganda. Nosotros somos los productos y nuestros besos son intervalos publicitarios.
Si te repito mil veces que te quiero acabará por ser verdad. Una verdad cruda, creada sólo para ti a partir de la reiteración: te quiero, te quiero, te quiero.
Te quiero (admirar).
Creemos al otro cuando nos enseñamos las ofertas, los dos desnudos y frágiles (porque todo el mundo es frágil cuando se desnuda), y entonces nos mostramos los defectos de fábrica sin pudor, sin trampa ni cartón.
Te quiero (comprar).
El pecado se llama avaricia. El objeto eres tú, y viceversa. Por eso puedo decirte: eres mi chica. Por eso soy tu chico. Y yo no me doy cuenta del egoísmo que esconde todo esto, de que todo amor es el disfraz de la voracidad por poseer. No me doy cuenta hasta que es demasiado tarde y ya estamos abrazados.
Te quiero (desgastar).
Estamos condenados al consumismo. A usarnos hasta acabar en la basura. Hasta matarnos en un búnker.
El amor es un suicidio compartido. Quizás también sea una mentira.
Pero es mi mentira favorita.
Si te repito mil veces que te quiero acabará por ser verdad. Una verdad cruda, creada sólo para ti a partir de la reiteración: te quiero, te quiero, te quiero.
Te quiero (admirar).
Creemos al otro cuando nos enseñamos las ofertas, los dos desnudos y frágiles (porque todo el mundo es frágil cuando se desnuda), y entonces nos mostramos los defectos de fábrica sin pudor, sin trampa ni cartón.
Te quiero (comprar).
El pecado se llama avaricia. El objeto eres tú, y viceversa. Por eso puedo decirte: eres mi chica. Por eso soy tu chico. Y yo no me doy cuenta del egoísmo que esconde todo esto, de que todo amor es el disfraz de la voracidad por poseer. No me doy cuenta hasta que es demasiado tarde y ya estamos abrazados.
Te quiero (desgastar).
Estamos condenados al consumismo. A usarnos hasta acabar en la basura. Hasta matarnos en un búnker.
El amor es un suicidio compartido. Quizás también sea una mentira.
Pero es mi mentira favorita.
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