Una cárcel puede ser una línea de metro. Puede ser recorrerla todos los días en hora punta. Pisar todos los días la misma calle hacia el mismo puesto de trabajo. Una cárcel puede ser tu coche, tu plaza de aparcamiento, tener que echar gasolina, tener que pensar en el precio del barril de Brent sin saber qué cojones es un barril de Brent. Una cárcel puede ser una oposición, puede ser una cocina, puede ser una cama, puede ser ver un programa del corazón, un noticiario, puede ser ver cómo muere un hombre en televisión mientras desayunas cereales.
Una cárcel puede ser cualquier cosa que acabe convertida en rutina.
Una cárcel puede ser actualizar un blog.
Y esto el fracaso del plan de fuga.
Una cárcel puede ser cualquier cosa que acabe convertida en rutina.
Una cárcel puede ser actualizar un blog.
Y esto el fracaso del plan de fuga.
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