En esta ciudad donde he vivido y he muerto tantas veces.
Donde aprendí a perder, a beber, a escribir cartas de amor.
En esta ciudad donde se ha ido muriendo todo en lo que creía
hasta dejarme desnudo y solo frente a ella, frente a esta ciudad dura,
y tengo miedo de pronunciar su nombre, de escribir más sobre ella
porque sería como invocar todas mis carencias, todos mis errores, sobre mí.
Pero por más que la censure no puedo evitarla
porque siempre está conmigo, porque es parte de mí,
y negarla sería como extirparme el alma.
Quizás por eso
cada vez que paseo a solas por León
me siento indefenso.
Donde aprendí a perder, a beber, a escribir cartas de amor.
En esta ciudad donde se ha ido muriendo todo en lo que creía
hasta dejarme desnudo y solo frente a ella, frente a esta ciudad dura,
y tengo miedo de pronunciar su nombre, de escribir más sobre ella
porque sería como invocar todas mis carencias, todos mis errores, sobre mí.
Pero por más que la censure no puedo evitarla
porque siempre está conmigo, porque es parte de mí,
y negarla sería como extirparme el alma.
Quizás por eso
cada vez que paseo a solas por León
me siento indefenso.
1 comentario:
Demasiado sentimentalismo para un sin patria como tú, ¿no crees?. Puede que me equivoque.
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