Soy frágil cuando me miras. Cuando me dices: te quiero. Y yo no sé qué responder.
Soy frágil cuando me doy cuenta de que no tengo definido ningún proyecto para alcanzar mis sueños.
Soy frágil cuando bebo una cerveza de más y acto seguido me siento triste.
Soy frágil cuando recuerdo que todos vamos a morir. Y me hago preguntas que nadie sabe responder porque están demasiado ocupados viviendo.
Soy frágil cuando escucho How to disappear completely.
Soy frágil cuando comprendo que no formo parte de los planes de futuro de nadie. O cuando recuerdo que yo no tengo planes de futuro.
Soy frágil cuando veo a mi abuela sentada delante del televisor y sé que nunca me volverá a cocinar canelones.
Soy frágil cuando pienso que todo lo que escribo acabará en la basura. Como este blog.
Soy frágil cuando me doy cuenta de que no tengo definido ningún proyecto para alcanzar mis sueños.
Soy frágil cuando bebo una cerveza de más y acto seguido me siento triste.
Soy frágil cuando recuerdo que todos vamos a morir. Y me hago preguntas que nadie sabe responder porque están demasiado ocupados viviendo.
Soy frágil cuando escucho How to disappear completely.
Soy frágil cuando comprendo que no formo parte de los planes de futuro de nadie. O cuando recuerdo que yo no tengo planes de futuro.
Soy frágil cuando veo a mi abuela sentada delante del televisor y sé que nunca me volverá a cocinar canelones.
Soy frágil cuando pienso que todo lo que escribo acabará en la basura. Como este blog.
2 comentarios:
Jo, ya te digo...
He leído muy buenas líneas por aquí.
Sólo era eso. Hasta otra.
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