domingo, 24 de febrero de 2008

Restos del naufragio

Una mancha descansa
en las sábanas abiertas.
Hay ropa sucia liberada
desde la puerta hasta la cama,
como árboles en el trayecto,
somos tan de hoja caduca,
y la cama es nuestro invierno.
Hay cuerpos desnudos.
Hay una lágrima encerrada.
Hay pelo arrancado.
Hay un iceberg en la almohada.
Flotando a la deriva,
nos llevó a la deriva a nosotros.
Y al abrir los ojos no estamos muertos,
pero sin embargo lo sabemos:
el Titanic nunca llegó a buen puerto.

No hay comentarios: