Cuando cierras los ojos antes del beso es inercia, acercándote al otro como a un espejo, confiando en que el movimiento simétrico de los cuerpos se consume en un choque de labios, y hay baúles que se abren, un vaso se cae de la mesa, no te preocupes, ya lo recogeré más tarde, tú no pares, aire compartido, las manos bailan en torno a las cabezas, una procesión de hormigas cruzando la piel, el rozar del pelo en las yemas de los dedos, lluvia fina y transparente en el paladar, las lenguas se acarician entre los dientes, esta vez no importa lo demás: el miedo, los atascos, el reloj, las deudas, los recuerdos ya gastados de tanto usarse, porque esta vez sólo importa lo de dentro, y por eso las manos bajan, rasgan la ropa, la someten, cuando cae al suelo ya ha perdido todo su valor, y bajan, una patrulla de dedos tramposos que invade tu cuerpo o que se aprietan como si desearan arrancarte un trozo de corazón, y los cuerpos caen, ruedan uno sobre otro, no te preocupes, ya los recogeré más tarde, pero tú no pares, tú ahora no pares.
3 comentarios:
Mmm... qué erótico... no voy a explicar de qué dan ganas.
Besinus
... fuuhh ... (léase como un suspiro, o como un jadeo). Voy a dejar de leerte.
En lo primero que he pensado tras leerte ha sido en esta escena. Llámame depravada, pero me encanta...
http://www.youtube.com/watch?v=Rm8QLbz9S4k
beLIEve
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