Quizás porque me siento solo cuando estoy rodeado de gente.
Quizás porque recuerdo las cosas que no debo. Y por eso no puedo olvidar los besos y que tenías la boca seca, puede que por el alcohol, y que aunque la lengua estuviese seca fue suficiente para aliviarme. Más que suficiente.
Quizás porque no acerté a la hora de elegir en qué lado estar de tus estadísticas personales. Soy ese 1 de cada 10 que cuando te mira no se fija únicamente en tu escote.
Quizás es que es cierto que las neuronas mueren cuando se bebe mucho alcohol.
Quizás es que en realidad le va mejor a la gente que coge un poema de Neruda y lo recita como si fuera suyo que a los que intentamos hacer poemas y no sabemos recitarlos. Puede que sea porque nos da un poco de vergüenza ser sinceros y ñoños a la vez. O porque preferimos ser sinceros pero odiamos ser ñoños incluso cuando es necesario serlo.
Quizás por eso no quieres hacerme sentir mal y por eso si la conversación se tuerce hacia temas incómodos en los que se ven envueltos nuestros respectivos sistemas límbicos, miras al suelo o a algo más profundo que el suelo, algo que queda entre tu mirada y el infierno, y entonces sólo sabes apagarme la mecha. Y quizás por eso nos quedamos sin fuegos artificiales.
Quizás porque recuerdo las cosas que no debo. Y por eso no puedo olvidar los besos y que tenías la boca seca, puede que por el alcohol, y que aunque la lengua estuviese seca fue suficiente para aliviarme. Más que suficiente.
Quizás porque no acerté a la hora de elegir en qué lado estar de tus estadísticas personales. Soy ese 1 de cada 10 que cuando te mira no se fija únicamente en tu escote.
Quizás es que es cierto que las neuronas mueren cuando se bebe mucho alcohol.
Quizás es que en realidad le va mejor a la gente que coge un poema de Neruda y lo recita como si fuera suyo que a los que intentamos hacer poemas y no sabemos recitarlos. Puede que sea porque nos da un poco de vergüenza ser sinceros y ñoños a la vez. O porque preferimos ser sinceros pero odiamos ser ñoños incluso cuando es necesario serlo.
Quizás por eso no quieres hacerme sentir mal y por eso si la conversación se tuerce hacia temas incómodos en los que se ven envueltos nuestros respectivos sistemas límbicos, miras al suelo o a algo más profundo que el suelo, algo que queda entre tu mirada y el infierno, y entonces sólo sabes apagarme la mecha. Y quizás por eso nos quedamos sin fuegos artificiales.
2 comentarios:
Ten cuidado no vayas haberte enamorado de la persona inadecuada...
no me avisaste de q habias escrito esto. no kerias q lo leyera?
filo
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