María Fortuna, Redacción Madrid.
Lucas Brezo lo tenía casi todo planeado. Sólo le quedaba por pulir algunos detalles. "El nombre, por ejemplo. No podía llamarlo Escuela de Suicidas, habría sido un fracaso publicitario. Es como si llamas a una clínica abortista Descuartizadora de Fetos." Así que decidió optar por un toque bíblico. Fundación Judas. "Judas es un personaje maltratado por la cultura occidental, pero era un tipo hecho y derecho. Se dio cuenta de que se había equivocado y no dudó en suicidarse." Lucas Brezo, 50 años recién cumplidos, miembro fundador de la Fundación Judas y pionero en España en los comúnmente llamados colegios suicidas, viste una bata granate sobre un pijama de rayas. Su aspecto recuerda a Hugh Hefner, el famoso dueño de Playboy. Nos recibe cordialmente en su domicilio en el barrio madrileño de Chueca y nos ofrece una taza de café. "No soy ningún monstruo. Ofrezco a la gente lo que demanda: a veces es un suicidio elegante, otras veces una simple taza de café", dice mientras nos guiña un ojo cómplice. ¿Cómo surgió la idea de enseñar a la gente a suicidarse? "Me di cuenta de que la enseñanza actual se centraba exclusivamente en adoctrinar a las personas desde jóvenes para que obtuvieran el éxito en vida. Esa idea funciona hasta que se fracasa. En ese momento, cuando consideras que la vida no da para más, te das cuenta de que nadie te ha explicado cómo conseguir una muerte exitosa." Acto seguido explica en qué consisten las clases de la Fundación Judas. "Hay formas muy burdas de dejar este mundo. Incluso yo diría que tediosas. En mi Fundación explicamos desde cómo hacer una nota de despedida bien hecha hasta diversas técnicas de suicidio en función de los gustos del cliente: sin dolor, con dolor, espectaculares, silenciosas... y todas ellas con una tasa de éxitos de entorno al 98%." ¿Algún ejemplo de muerte exitosa? "Piense en Jimi Hendrix, probablemente el mejor guitarrista de la historia, muriendo ahogado en su propio vómito. Eso es sencillamente patético. Un tipo así debería haber muerto de otra forma. Para las estrellas famosas tenemos ciertas técnicas reservadas. Pero eso es muy, muy secreto. Si se lo cuento ahora cuando se suicide cierta persona no será una noticia bomba." ¿Qué opina de las críticas que la Fundación Judas ha recibido por parte de la Iglesia? "Que llegan tarde. La Iglesia siempre llega tarde a todo."
Nos disponemos a despedirnos, no sin antes preguntar algo muy personal: ¿ha llegado Lucas Brezo a pensar en el suicidio? "Por favor, señorita, si todavía estoy en la flor de la vida", dice antes de echarse a reír. Añade jocoso: "Pueden considerarme un hipócrita, pero ante todo soy un hombre de negocios". No nos cabe la menor duda.
Lucas Brezo lo tenía casi todo planeado. Sólo le quedaba por pulir algunos detalles. "El nombre, por ejemplo. No podía llamarlo Escuela de Suicidas, habría sido un fracaso publicitario. Es como si llamas a una clínica abortista Descuartizadora de Fetos." Así que decidió optar por un toque bíblico. Fundación Judas. "Judas es un personaje maltratado por la cultura occidental, pero era un tipo hecho y derecho. Se dio cuenta de que se había equivocado y no dudó en suicidarse." Lucas Brezo, 50 años recién cumplidos, miembro fundador de la Fundación Judas y pionero en España en los comúnmente llamados colegios suicidas, viste una bata granate sobre un pijama de rayas. Su aspecto recuerda a Hugh Hefner, el famoso dueño de Playboy. Nos recibe cordialmente en su domicilio en el barrio madrileño de Chueca y nos ofrece una taza de café. "No soy ningún monstruo. Ofrezco a la gente lo que demanda: a veces es un suicidio elegante, otras veces una simple taza de café", dice mientras nos guiña un ojo cómplice. ¿Cómo surgió la idea de enseñar a la gente a suicidarse? "Me di cuenta de que la enseñanza actual se centraba exclusivamente en adoctrinar a las personas desde jóvenes para que obtuvieran el éxito en vida. Esa idea funciona hasta que se fracasa. En ese momento, cuando consideras que la vida no da para más, te das cuenta de que nadie te ha explicado cómo conseguir una muerte exitosa." Acto seguido explica en qué consisten las clases de la Fundación Judas. "Hay formas muy burdas de dejar este mundo. Incluso yo diría que tediosas. En mi Fundación explicamos desde cómo hacer una nota de despedida bien hecha hasta diversas técnicas de suicidio en función de los gustos del cliente: sin dolor, con dolor, espectaculares, silenciosas... y todas ellas con una tasa de éxitos de entorno al 98%." ¿Algún ejemplo de muerte exitosa? "Piense en Jimi Hendrix, probablemente el mejor guitarrista de la historia, muriendo ahogado en su propio vómito. Eso es sencillamente patético. Un tipo así debería haber muerto de otra forma. Para las estrellas famosas tenemos ciertas técnicas reservadas. Pero eso es muy, muy secreto. Si se lo cuento ahora cuando se suicide cierta persona no será una noticia bomba." ¿Qué opina de las críticas que la Fundación Judas ha recibido por parte de la Iglesia? "Que llegan tarde. La Iglesia siempre llega tarde a todo."
Nos disponemos a despedirnos, no sin antes preguntar algo muy personal: ¿ha llegado Lucas Brezo a pensar en el suicidio? "Por favor, señorita, si todavía estoy en la flor de la vida", dice antes de echarse a reír. Añade jocoso: "Pueden considerarme un hipócrita, pero ante todo soy un hombre de negocios". No nos cabe la menor duda.
2 comentarios:
Me ha encantado lo de "La Iglesia siempre llega tarde a todo."
F
me has quitado la frase de la boca.
PS: Devuélvemela!
(tipo hielo flashback adolescencia a ser posible)
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