sábado, 23 de febrero de 2008

Terminal

He descubierto la ruina y la decadencia. Resulta que no estaba en el monitor de constantes vitales, ni en el suero glucosalino, ni siquiera en las paredes acostumbradas al olor de la muerte. La muy puta estaba dentro de mí, en la misma miseria del cuerpo derrotado por la vida, acorralado en la cama de un hospital, esperando comprender, sólo comprendiendo que no comprendo. Soy un cuerpo abandonado como un fardo, seco y gastado. No hay muerte digna. La dignidad no tiene cabida en este agujero, delante del que desfilan médicos y familiares y amigos. Me miran con tanta lástima y pena. Verme debe ser como ver un tráiler de tu futuro: coming soon. Soy la película que nunca irías a ver al cine. El punto final de un libro más de la estantería. Y aunque no puedo moverme de aquí, me sorprendo de ser todavía capaz de respirar lo suficiente como para poder decir un último te quiero, justo antes de poner los ojos en blanco, detener el corazón y mandarlo todo a la mierda.

Soy el tipo de la habitación 1101. Bonito número para un ataúd.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dedicate al Rap macho, escribes de puta madre y se ve que piensas rápido, cojonudo